22 de abril de 2018

Punto muerto

Conexiones que con el tiempo se cortan y comienzos que son finales. 
De fracasos está hecho el ser humano y de ilusiones se vive, pero nadie comenta que la felicidad está entre ambos.

Tú fuiste mi punto y me dejaste muerto. Me ilusionaste y fracasé tras tantos intentos. 
Creí conectar al primer momento, sin embargo, ese era el comienzo de mi final más lento.

Una vez destrozado me reconstruía en soledad, echándote de menos y queriéndome un poquito más.
Una mañana ya no me levanté pensando en ti, entonces consideraste que era la mejor oportunidad para regresar a mí. 
Me destrozaste y lo que había avanzado se había esfumado tras tu h(ola). Como siempre... arrasando. No sé cuándo descubrí que eras un torbellino ni por qué me enamoré de él, no obstante, me arriesgué. 

Ibas de dura y eras lo más frágil que conocí,
ibas de frágil y me golpeaste con tal dureza que me partiste la vida, el corazón, nuestra rutina.

No es rencor ni es huir, es cuidar de mí. No te permitiré volverte a ir, pero que ganas de volver donde fui feliz.
No sé qué quieres, no sé que pretendes, te lo di todo ¿por qué vuelves ahora a por mí?

Comprendo tu arrepentimiento pese a que no me creo tus lo siento.
¿Volver al hogar o ahogar lo que me hizo sentirme tan mal?


No hay comentarios:

Publicar un comentario