Si la vida trata de azar y nosotros somos piezas, la suerte no está conmigo porque no encajo en ningún lado.
He estado recopilado mi felicidad pasada y me he dado cuenta de la cantidad de evidencias que tenía sobre el trágico final. Y yo que no me quería dar cuenta:
Cuando me dijo que tenía miedo y miedo no se le tiene a querer a alguien en serio.
Cuando me dijo que era casi perfecta para su vida, casi porque necesitaba unos cambios; lo que necesitaba era darse cuenta de que lo que no convence a la primera, no lo hará más tarde a chantajes.
Cuando me choque con sus ojos verdes y los titulé esperanza, qué mejor forma que aquella metáfora... pese a que no articuló ninguna palabra se quedo en un deseo cargado de mensajería instantánea.
Cuando me dijo que se lanzaba sin dudarlo, sin embargo, en más de un salto me dejo tirada; que dudaba.
Cuando sin saber por qué creí notar interés y solo eran palabras de alguien que no vi, que no conocí que más que "querer" solo buscaba entretener.
Y yo que no me cansaba de luchar ahora desisto en arriesgar, de dar ganas de intentar.
Sigue siendo de débil mostrarte llorando y yo me he visto muy fuerte al arriesgarme mostrando tanto.
Sigo creyendo que tal vez era demasiado sincera para todas sus mentiras, demasiado directa para todos sus laberintos, demasiado madura para su personalidad, demasiado triste para su constante felicidad.
He estado recopilado mi felicidad pasada y me he dado cuenta de la cantidad de evidencias que tenía sobre el trágico final. Y yo que no me quería dar cuenta:
Cuando me dijo que tenía miedo y miedo no se le tiene a querer a alguien en serio.
Cuando me dijo que era casi perfecta para su vida, casi porque necesitaba unos cambios; lo que necesitaba era darse cuenta de que lo que no convence a la primera, no lo hará más tarde a chantajes.
Cuando me choque con sus ojos verdes y los titulé esperanza, qué mejor forma que aquella metáfora... pese a que no articuló ninguna palabra se quedo en un deseo cargado de mensajería instantánea.
Cuando me dijo que se lanzaba sin dudarlo, sin embargo, en más de un salto me dejo tirada; que dudaba.
Cuando sin saber por qué creí notar interés y solo eran palabras de alguien que no vi, que no conocí que más que "querer" solo buscaba entretener.
Y yo que no me cansaba de luchar ahora desisto en arriesgar, de dar ganas de intentar.
Sigue siendo de débil mostrarte llorando y yo me he visto muy fuerte al arriesgarme mostrando tanto.
Sigo creyendo que tal vez era demasiado sincera para todas sus mentiras, demasiado directa para todos sus laberintos, demasiado madura para su personalidad, demasiado triste para su constante felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario