19 de febrero de 2016

Kaskade

Mire a tus ojos y vi deseo de experimentar.
Qué bonito era ver ganas entre risas.

Ayer volví a mirarte a los ojos y fue una mirada desafiante, pero no de ver quien quiere más, sino de quién siente menos y cómo dolía.

Hoy te escuché decir que yo era sinónimo de nunca y que nosotros éramos impensables, entonces ahí, ahí si se destrozó hasta la última esperanza de posible salida.

Me reí enfrente del espejo a la par que lloraba y no sabía si sentía pena por lo que no fue, por cómo me reflejaba o porque no sabía que hacer a partir de ahora, desde tu ida.

Mantengo tus mensajes en mi memoria y que error tan grande, de ahí no se van hasta que no tienes voluntad propia de eliminarlos. Plasmo en mis paredes fotos de tus objetivos y grabo en mi nostalgia tu sonrisa al lograr mi enfado.

Conozco dolores de cabeza al primer " a ver si quedamos" , pero nunca a primera risa y supongo que por eso duele, tanto como aquel dolor de tripa que dejaste cuando me hiciste sentir bien en semejante mal día. 

No te quise, no te quiero y no te querré, pero las ganas de intentarlo todo por alguien que al menos de la mitad, quedará tocada después de tal choque de realidades (miradas). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario