Por cuando me gritaste que me querías con la misma fuerza con la que me dijiste que ya no lo hacías.
Por cuando me hiciste daño cogiéndome de la muñeca en mi intento de salir corriendo ante tu ataque de cosquillas y luego lo hiciste para marcar tu enfado.
Por cuando me dijiste "mira a esa, debe ser una fulana" y luego para ti me convertí en aquella.
Por cuando me dijiste que iba preciosa siempre que nos veíamos y un día en una tienda me dijiste que ni se me ocurra vestir así.
Por aquel instante en el que cogías mi móvil para llenar mi galería de nuestras fotos y luego para ver con quien hablaba.
Por aquella tarde que te dije que no podía verte y viniste para alegrarme. Posteriormente me dirías que estás harto de tantas mentiras, que quién era el otro.
Por aquellas noches de llamadas hasta las tantas y esas últimas conexiones, dejando el visto.
Por las películas que vimos, por las dulces, aquellas que no tuvieron un final definido. Esas que se volvieron amargas al no ver ni el principio ya que su único fin era mentir para conseguir un único objetivo.
Por los paseos a 'ningún lugar' que fueron 'para qué ir sin ya estamos aquí.'
Por los besos desesperados y los que acabaron siendo obligados.
Por aquella fiesta a la que no fui por ti.
Por aquel amigo que abandoné, pensando que era lo mejor para mí o eso me hiciste creer, que tonta fui.
Por el adiós que dije después de tanto dolor.
Por ella, la que te rompería el corazón y yo me daría cuenta que lo nuestro nunca fue amor, sino opresión.
Por la vez que me dijeron que maltrato no solo es quien agrede físicamente sino también psicológicamente y tú me machacaste.
Por cuando te vi volver con el rabo entre las piernas frente la realidad de aquellas mujeres que no callaron hasta abrumarte y yo reí, y yo odie, y yo me sentí feliz al ver cómo te habían dejado. Y, sobretodo, yo tuve claro que nunca querría en mi vida a alguien que se parezca a ti.
Que soy libre;
Que la mujer de tu vida no soy yo,
que ya lo soy yo de la mía.
Que mi ropa no es el nivel del respeto,
pero sí el respeto es el nivel de tu educación.
Que con quien hablo, que con quien río,
que con quien gimo, es problema mío.
Que si bebo y me pierdo, no merezco desprecio.
Que si no quiero, no me obligues. Ten cuidado que quemo.
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