Si ya de por si son tristes las despedidas, cuando son definitivas duelen el doble.
Ya se sabia que tras arrancar motores nuestras miradas no se volvería a cruzar en mucho tiempo, también se sabia que iba a ser difícil volver al estado inicial en el que coincidimos pero era lo mejor (o eso decía).
Que tienen razón al decir que lo que importa son las personas con las que eres y no con las que estás pero es que contigo estuve siendo feliz y que raro todo ahora.
Una vez me dieron una reflexión del amor en la cual lo concebían como la unión de dos soledades, que van y vienen. Es sabido que de amor nadie se muere pero como escuece cuando está ausente.
Que ni el mundo es solo mar ni nosotros peces,
que no hay clavos sacando otros clavos sino corazones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario