No es mentira que te he tratado de olvidar sin todavía verte.
Tampoco es mentira que a la mínima actitud positiva pienso "esta es la buena, la definitiva".
Sigo sin entenderme y sin entenderte;
sin saber por qué tanto interés en llegar a conocerte cuando tú ni siquiera te preocupas en saber si estoy bien realmente.
No es mentira que te he tratado de olvidar sin todavía verte.
Tampoco es mentira que a la mínima actitud positiva pienso "esta es la buena, la definitiva".
Como siempre, me veo detrás de una ilusión construida por mis ganas de volver a sentirme importante; de creerme grande en los ojos de alguien.
Como nunca, me rindo al primer desplante.
Ojalá fuera menos perseverante en mis objetivos, no aguantaría tantos golpes creyendo que al final será mío.
No es mentira que te he tratado de olvidar sin todavía verte.
Tampoco es mentira que a la mínima actitud positiva pienso "esta es la buena, la definitiva".
Cuando todo parece el final vienes tú con tus frases de "voy a cambiar".
Dicen que las palabras se las lleva el viento; voy a aprender a volar no vaya a ser que te marches de verdad.
No es mentira que te he tratado de olvidar sin todavía verte.
Tampoco es mentira que a la mínima actitud positiva pienso "esta es la buena, la definitiva".
Tú con tus supuestos, tus miedos e inseguridades
yo ocultando todo, mostrándome fuerte para poder cumplir mis planes.
No es mentira que te he tratado de olvidar sin todavía verte.
Tampoco es mentira que a la mínima actitud positiva pienso "esta es la buena, la definitiva".
Llegó el día en el que estaba tan rota que la fuerza se me fue por la boca;
te mostre parte de mis miedos y tú me dijiste que ya llegará ese día, que ya coincidiríamos, que antes no podías.
Llegó el día en el que te di la razón, que no merecía la pena cuando para ti era una opción, mientras que a mí se me encogía un poquito el corazón cuando quería mostrarte mi ilusión y tú solo cambiabas la conversación.
Supongo que también llegó el día en decirme que todos tenían razón, que no lo conseguiría.
Adiós, segundo fallo en mi escalón.
Tampoco es mentira que a la mínima actitud positiva pienso "esta es la buena, la definitiva".
Sigo sin entenderme y sin entenderte;
sin saber por qué tanto interés en llegar a conocerte cuando tú ni siquiera te preocupas en saber si estoy bien realmente.
No es mentira que te he tratado de olvidar sin todavía verte.
Tampoco es mentira que a la mínima actitud positiva pienso "esta es la buena, la definitiva".
Como siempre, me veo detrás de una ilusión construida por mis ganas de volver a sentirme importante; de creerme grande en los ojos de alguien.
Como nunca, me rindo al primer desplante.
Ojalá fuera menos perseverante en mis objetivos, no aguantaría tantos golpes creyendo que al final será mío.
No es mentira que te he tratado de olvidar sin todavía verte.
Tampoco es mentira que a la mínima actitud positiva pienso "esta es la buena, la definitiva".
Cuando todo parece el final vienes tú con tus frases de "voy a cambiar".
Dicen que las palabras se las lleva el viento; voy a aprender a volar no vaya a ser que te marches de verdad.
No es mentira que te he tratado de olvidar sin todavía verte.
Tampoco es mentira que a la mínima actitud positiva pienso "esta es la buena, la definitiva".
Tú con tus supuestos, tus miedos e inseguridades
yo ocultando todo, mostrándome fuerte para poder cumplir mis planes.
No es mentira que te he tratado de olvidar sin todavía verte.
Tampoco es mentira que a la mínima actitud positiva pienso "esta es la buena, la definitiva".
Llegó el día en el que estaba tan rota que la fuerza se me fue por la boca;
te mostre parte de mis miedos y tú me dijiste que ya llegará ese día, que ya coincidiríamos, que antes no podías.
Llegó el día en el que te di la razón, que no merecía la pena cuando para ti era una opción, mientras que a mí se me encogía un poquito el corazón cuando quería mostrarte mi ilusión y tú solo cambiabas la conversación.
Supongo que también llegó el día en decirme que todos tenían razón, que no lo conseguiría.
Adiós, segundo fallo en mi escalón.