22 de noviembre de 2015

Volar

Sueña que mañana no será tarde, así hoy será siempre y nunca existirá adiós.

Pausa

Una mañana me desperté y me dijeron que no hay nada peor que despertarte sin sueños que seguir.
La siguiente mañana me desperté sin nadie a quien impedir ir.
La última mañana me desperté sin sueños que seguir, sin personas que retener, unas cervezas demás, algo que consumí y un reflejo de mí en aquel espejo que me dijo: "No puedes continuar así".

16 de noviembre de 2015

Mi fiel diciembre que hoy no está.

Y me ves el otoño pasado diciendo qué mas da, si es uno más.

Perdón por aquellos besos que rechace más de una vez y esta noche pienso en como los echaré de menos a partir de ahora.
Perdón por los abrazos que no acepté, guiándome por mi ego, creyendo que nunca te irás y esta noche, ya no estás.
Perdón por las veces que te hice llorar, respondiendo de manera impertinente a aquellas muestras de amor que esta noche no dejo de recordarlas, que no dejo de mirar atrás. 
Perdón por no aceptar tu compañía y ahora que me siento sola, sé que antes hubieras sido el único que no se alejaría, pero esta noche solo hay silencio; silencio que nos acompaña desde aquella despedida.
Perdón por todo lo que te hice, perdón no decirte perdón cuando tuve que hacerlo y sobre todo perdón por ser aquella que te destrozó, la que sabía el daño que hacía pero no paraba. Destruyendo a alguien que no tuvo la culpa de que a ella le hicieran daño. Perdón por cambiarte y no a mejor.

Y me ves el otoño pasado diciendo qué mas da, si es uno más.

Cartas que jamás leerás

De los que no fueron nada pero llegaron a serlo todo. De esos somos (o fuimos).

Hoy he pasado por aquel banco donde hace casi un año retomábamos (de nuevo) por donde lo dejamos otro año aún más atrás. Siempre fuiste el de los inviernos y otoños cálidos, ese que se apagaba al comenzar la primavera y desaparecía en verano. 
Iba a sentarme a recordar como de niños éramos cuando comenzamos y como gran parte de nosotros es madura hoy en día, pero me di cuenta que había pasado una cosa, el tiempo. Es una frase muy usada, pero desgraciadamente una verdad. Había otra pareja, con otros besos, otros sueños, otros sentimientos. Todos esos 'otros' sobre los grabados que hicimos en aquella madera y que parece que se borran según tu comportamiento. 
Recuerdo también como de manera inesperada chocamos y fuimos apagándonos poco a poco, pero que cuando volvían a coincidir nuestros ojos no podíamos evitar sonreírnos y entre los besos en los que volvíamos a caer decirnos en bajito: 'joder, que contigo siempre me rindo'.
Otra frase muy usada es la de echar de menos lo que un día echaste de más, y es que aquello que echaba de más era lo que odiaba pero hoy creo que era lo que no admitía que me gustaba, porque no es normal como extraño ese olor a tabaco o tus ideas para nuevos piercings o las ganas constantes que tenías por hacerme madrugar y llevarme a cualquier lugar.
Supongo que por mucho que nos alejábamos, acabábamos juntos de nuevo, pero ahora que te vas de verdad, no sé que voy a hacer sin discusiones con quien quieres de verdad, sin tus 'ya las has liado y con lo pequeña que eres' , tu compañía en mi vuelta a casa a las tantas, ese que me cuidaba cuando apenas me mantenía en pie después de una noche de mucha locura o el que me hacía reír sin parar una tarde en casa, en tranquilidad.
Hay cosas que no van a más porque no deben ser, pero creo que nosotros sin darnos cuenta fuimos más de lo que imaginamos llegar ser y ahora que te vas, no vale de nada los "no nos valoré", así que aunque nunca lo leerás, te quise de verdad, te echaré de menos y que te vaya bien.
                                     

Películas

Perdiendo el norte.
Ahora o nunca.
Sobrevivir a una despedida.
Mantenerse al límite.
Querer con locura.
O simplemente:
dejar de ser,
para comenzar 
a estar.

C de improvisado.

Hace 370 días que comenzamos lo de tirarnos algo que ni siquiera sabíamos qué era. Y ahora no vale un "míranos cómo hemos terminado", porque ni nos mantenemos la mirada. Ni decir que en sus ojos está mi esperanza; mucho menos pensar que estarás conmigo cuando salga el alba.

A veces hay cosas que no son porque no  deben serlo, otras porque no se intentaron, pero esta vez dije que ni yo me quedo con las ganas ni el tiempo será una traba; así que querido desconocido levemente conocido, fuiste tú quien perdió o ganó, porque todas las batallas cambian de final según quien salga a contarlas.

5N

A veces duele ver que no somos lo que pudimos llegar a ser o lo que (aparentemente) íbamos siendo.