Estaba ahí, intentando de alguna manera demostrarme que las cosas se pueden repetir, aunque yo me cerraba en mi idea de que nada sería igual y que no volvería a sentir...
Llegó el invierno y él pisando fuerte, tan fuerte que partió mi monotonía en dos. Supongo que fue su sonrisa o a lo mejor esa manera que tenía de sacar lo mejor de mí. No sé en que cruce de miradas ni en que carcajada me perdí, tan solo sé que más de un día me a alegrado y más de una noche me he acostado pensando en qué pensará y si esto llegará a buen puerto o simplemente es un mero pasatiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario