Tengo miedo de no superarte y de no avanzar sin ti y contigo.
Qué contradictorio, ¿no?
Yo que tiraba de tu mano, que te dominaba y te obligaba. Yo que lo controlaba. Te besaba y me apartaba.
Tuve momentos extremos, como cuando casi me corté la vida con aquel cristal o como cuando amanecí en otro municipio. Siempre al borde del precipicio. Jugando con la suerte que un día se fue corriendo cuesta abajo.
Yo que modificaba el destino y condicionaba tus movimientos. Tus decisiones limitadas por mis caprichos y mi risa marcando victoria, un día desaparecieron en un beso lleno de veneno.
Tengo miedo de que un día me cruce contigo sin saber que eres tú y que tontería ¿no? Si no te conozco no reconozco, pero el simple hecho de que nuestro camino se vuelva a cruzar me atormenta y no me deja.
Yo que me lanzaba donde fuera, que gritaba a quien quisiera y me iba cuando quisiese: tengo miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario